Érase un trovador, lleno de fantasía, cantando y bailando, con canciones y cuentos que creaba, siempre llevaba la alegría por todos los pueblos de las comarcas por donde pasaba.
Llegó entonces a una aldea, que era como un mundo infantil donde las hadas guiaban a los niños por la senda del amor, saber, sentir. Sin pensarlo dos veces quiso allí vivir, muy pronto comprendería, que no todo era, lo que parecía. Un día, el trovador tuvo un traspiés, quedando en el suelo tendido, desde allí en adelante tan desilusionado quedó, porque al caer se dio cuenta que ese mundo con apariencia de armonía, estaba todo envuelto en hipocresía.
Las hadas del sur, eran unas arpías ¡Como sabían mentir! haciendo creer que era un mundo feliz. para obtener los favores del hada reina mala, sus caprichos no dudaban en aplaudir y reír.
Las hadas del norte, por el amor a los niños y su buen corazón tenían que soportar las injusticias, los abusos y hacer los trabajos de las hadas del sur,¡ No había más opción !
Era un mandato de la malvada hada reina.
Aquel trovador aturdido quedó, perdió la memoria, el habla, la fantasía y la alegría,
Cada día ahogado de allí vivir y casi por sucumbir… pidió a su gran Dios, cerró los ojos y siguió una luz tan blanca, tan pura… que le dio su fuerza interior y lo rescató de aquella pesadilla.
Pasó el tiempo… ¡ Se tornó callado! Mucho le costó volver a hablar y escribir cuentos. Porque como decía:
“A veces se me se enredan los pensamientos y las palabras,
Se pierden las ideas y los recuerdos”
¡Sin embargo! Nunca se dejó vencer…… ¡ una y otra vez, se esforzó !
Hasta que al final lo logró. ¡Y poco a poco recobró su fantasía ¡
¡Esta historia es real! Si te encuentras en una situación igual,
No decaigas, busca tu fortaleza interna,
¡ Levántate y sigue adelante !
Porque siempre hay una luz que te guía por un mejor camino.
NANCY LARA.
DEPOSITO LEGAL FR25220078
Ilustración: José Lara.
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Nancy Lara
