A veces el destino tiene puntos de fuga afortunados. No sospecharían las autoridades de la cultura oficial que le estarían haciendo un favor al montaje teatral "Todos los hombres son mortales… y las mujeres también" cuando en diciembre decidieron vetar su reestreno ya pautado en el Celarg debido a la presencia en el elenco de la actriz Fabiola Colmenares, a quien el ministro de Cultura, Farruco Sesto, calificó de "personaje menor del fascismo criollo" por su abierta oposición al Gobierno. Después de este golpe de censura, el director Héctor Manrique decidió montar la segunda pieza duplex del ya fallecido Fausto Verdial en la Sala Anna Julia Rojas del Ateneo de Caracas, el mismo espacio donde fue presentada por primera vez al público caraqueño hace 14 años.
La magia de aquel éxito resulta automáticamente convocada, al igual que el desafío de rescatar el emblemático centro de la movida cultural caraqueña, hoy amenazado por el avance del proselitismo político. De esta manera, las mismas tablas sobre las que en 1994 descargaron sus angustias de clase media Juan, Fernando, Renato y Vicente, los personajes masculinos de Todos los hombres son mortales…, así como también los femeninos Diana, Mariana, Eva y Conchita de Y las mujeres también, reciben desde esta noche a las 7:00 pm a un nuevo elenco de actores, conformado por Fabiola Colmenares, Beatriz Valdez, Lourdes Valera, Marisa Román, Juan Manuel Montesinos, Carlos Cruz y Héctor Palma, todos bajo la dirección de Héctor Manrique, gran amigo y compañero teatral de Fausto Verdial. Al igual que el elenco del estreno en 1994, todos los artistas del actual montaje son caras conocidas de la televisión.
VERDIAL VIGENTE
No es la primera vez que Manrique revisita la obra del que considera su padre teatral. En 2006 montó la primera pieza escrita por Verdial, Los hombros de América, estrenada en 1991 en el Teatro Las Palmas, bajo la dirección de José Ignacio Cabrujas. Maestro y pupilo y más tarde entrañables amigos, se conocieron en 1987, durante el montaje de Clipper de Isaac Chocrón, a cargo del Grupo Actoral 80 y dirigida por Juan Carlos Gené. También actuó en su primera obra, Los Hombros de América así como también en Los Hombres son mortales… en la que el joven actor Manrique interpretó el papel que ahora encarna Héctor Palma. "Siempre volveré a Fausto porque es una manera de estar cerca de él. Son dos piezas escritas con la benevolencia que le caracterizó: su corrosivo sentido del humor y forma directa de comunicarse con el espectador. Hizo teatro, cine, televisión. Hablamos de uno de los hombres más completos de las tablas venezolanas", afirma Manrique sin pausa. "Se fue en la que yo llamo la `década del dolor’, junto a figuras entrañables como Cabrujas, Héctor Mayerston, Mariano Álvarez, Carlos Giménez, Ricardo Lombardi. No es gratuito que dramaturgos como Cabrujas o Chocrón hayan escrito personajes especialmente para él. Era una especie de muletilla, tenía un éxito enorme".
Para el montaje de Todos los hombres son mortales…, que trata sobre la soledad y la búsqueda del amor, Manrique evocó la forma como Verdial se burlaba de los venezolanos, "de nosotros mismos", hombres y mujeres por igual. "Somos unos desquiciados si observamos cómo llevamos nuestra cotidianidad. Vivimos en una sociedad que atenta contra toda posibilidad de encuentro, de felicidad. Pero en ambas piezas todo este panorama es tomado con humor. Nunca conocí a una persona más divertida que Fausto. Nunca perdió la capacidad de reírse de sí mismo, la cual está presente en toda su obra".
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Referencia: El Mundo Farandula