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Eugene ONeill


Eugene O’Neill (1888-1953) nació dentro de una familia teatral, y ambos se beneficiaron y sufrieron por este hecho. Sus padres, James O’Neill y Ellen Quinlan, eran actores profesionales. Eugene vino al mundo en Nueva York cuando ellos estaban aun activos en el teatro.  Fue una vida irregular, poco adecuada para un niño: en "Long Day’s Journey into Night" (largo viaje del día hacia la noche) O´Neill acusa tácitamente a sus padres por la crianza sentimental y descuidada que le dieron a sus hijos. Ambos padres eran católicos y O´Neill recibió sus primeros años de educación en internados parroquiales.

Pasó un año en Princeton (1906-7), pero fue suspendido; abandonó los estudios y se puso a trabajar. En 1909 se casó con Kathleen Jenkins; tuvieron un hijo, pero la relación terminó en 1912. En 1910 pasó un año en la marina mercante como marinero común. Después de un corto tiempo sufriendo de tuberculosis, comenzó a escribir obras de teatro. En 1914 se inscribió en Harvard para completar su interrumpida educación.

Su período en Harvard fue estimulante, ya que entró en la famosa clase Drama 47 del profesor Baker y se convirtió en el miembro más productivo, luminaria jefe del grupo. En 1916 se asoció a los Provincetown Players, grupo de actores y escritores que manejaban un teatro de verano en Massachusetts. Ahí, O’Neill produjo su primera obra, "Bound East for Cardiff". Al año siguiente el grupo se mudó a Nueva York, donde se presentaron diez obras de O´Neill entre 1917 y 1920.

Su primera gran producción profesional, "Beyond the Horizon" (más allá del horizonte), se presentó en el Teatro Morosco en 1920 y le ganó el Premio Pulitzer. Durante varios años estuvo asociado con el Theatre Guild, que presentó varias de sus obras. En 1936 su carrera generalmente exitosa mereció el Premio Nobel de Literatura.

O´Neill estuvo casado tres veces; la última vez con la actríz Carlotta Monterey. En los años finales de su vida sufrió de la enfermedad de Parkinson. Murió de neumonía en 1953.

Visión general
Eugene O’Neill es generalmente considerado el dramaturgo americano más importante del siglo 20. Escribió en muchos estilos diferentes durante su larga carrera. En el período previo a 1920 utilizó una especie de naturalismo romántico similar al de los dramaturgos irlandeses (Synge, O’Casey). La mayoría de las obras de este período son historias del mar, como "Thirst" (sed) y las obras incluidas en "The Moon of the Caribees" (la luna de los caribes, 1919). "Anna Christie" (1922) también pertenece a esta tipología. Estas obras son frescas y sinceras pero no muy originales; tienen cierta incomodidad de estilo, sus efectividades se dan por medio del estado de ansiedad que logra crear, y no por la sutileza psicológica  o estilística.

En 1920 se presentó la primera producción mayor de O’Neill, "Beyond the Horizon". Esta obra, junto con "Diff´rnt" (dif´rnte, 1920), fue de aproximación psicológica y técnica convencional; ambas demuestran el contraste entre tipos humanos básicos y los males que resultan de traicionar la propia naturaleza.

En "The Emperor Jones" (el emperador Jones, 1920) y "The Hairy Ape" (el mono peludo, 1922) O’Neill tomó un nuevo rumbo. Estas obras, así como "The Great God Brown" (el gran dios Brown, 1926), "Lazarus Laughed" (Lázaro rió, 1927) y "Dynamo" (dinamo,1929) se asemejan en mucho al expresionismo de la escuela contemporánea alemana (Kaiser, Toller). Se derivan, sin embargo, de Strindberg más que de los alemanes. "The Hairy Ape" es la mejor del grupo; causó un impacto tremendo desde su primera presentación, y la influencia continuó después de los 20s. No sólo fue la primera obra expresionista exitosa escrita por un americano, también fue probablemente la obra americana más original jamás escrita hasta entonces.

En estas obras expresionistas O’Neill mostró poco interés por el radicalismo de los expresionistas europeos o por la técnica expresionista alemana de tratar grupos y clases sociales como individualidades dramáticas (Massendrama). Su preocupación o interés principal fue la personificación de fuerzas naturales o atávicas ("The Hairy Ape" y "The Emperor Jones"), la cambiante y efímera naturaleza de la personalidad humana ("The Great God Brown"), y el establecimiento de fantásticos estados de ánimo teatrales ("Lazarus Laughed").

El interés de O’Neill en la psicología, para el momento un gusto creciente en los círculos intelectuales, se incrementó constantemente en los años 20. Adicionalmente a las obras tempranas, "Desire Under the Elms" (deseo bajo los olmos, 1925) estuvo fuertemente influenciada por conceptos psiquiátricos. La experimental "Strange Interlude" (extraño interludio, 1928) continuó la tendencia; la existencia de actitudes subconscientes se mostró a través de hablados monólogos internos ensanduchados entre el diálogo ordinario. En "Mourning Becomes Electra" (el duelo se vuelve Electra, 1931) esta tendencia llegó a su clímax. La obra puede ser descrita como una trilogía clásica griega re-encauchada en términos freudianos y presentada con dispositivos teatrales y estilo expresionista del siglo 20. O’Neill sustituyó el destino del drama griego con los deseos del subconsciente, la frustración, y los "complejos" que la psicología moderna ha mostrado que subyacen en nuestras acciones internas.

Finalmente, en el grupo de tres obras escritas en los años previos a su muerte, "The Iceman Cometh" (el hombre del hielo viene), "A Moon for the Misbegotten" (una luna para los mal habidos) y "Long Day’s Journey into Night", O´Neill volvió hacia una especie de naturalismo decadente, algo semejante a Gorky y Chejov. Su interés en la psiquiatría anormal es aun evidente en estas obras, pero el mórbido pesimismo latente de su obra temprana ahora emerge para dominar completamente. En técnica las obras son directas y relativamente convencionales comparadas con sus experimentos tempranos; la cualidad literaria dominante es el diálogo altamente emocional, poco convincente, recargado y poético en el caso de los vagabundos de "The Iceman Cometh", pero más creíble en la familia de actores de "Long Day’s Journey into Night".

Las muchas obras de esta larga y variada carrera, representando una variedad de estilos, técnicas y filosofías, sin embargo, reflejan una meta consistente: presentar a la realidad, la realidad esencial como O’Neill la veía, tan honestamente como podía y tan totalmente como es posible dentro de las limitaciones de la técnica escénica. A principios de los años 20 O’Neill afirmó que su meta era "nunca ser influenciado por cualquier consideración excepto una: ¿es la verdad como yo la conozco, o mejor aun, como la siento?" Su "feeling" de la verdad cambió considerablemente durante su vida, y así también cambió su estilo dramático. Pero constantemente retuvo su urgente cualidad de sinceridad, la calidad que lo colocó agudamente aparte de la mayoría de sus contemporáneos y que le ganó el Premio Nobel y un manto de grandeza. La consagrada búsqueda de la verdad fue lo suficientemente dolorosa e incansable para sobrellevar sus defectos -la torpeza en el estilo, su ingenuidad filosófica- y para llevarlo al destino de su posición final como el más grande dramaturgo estadounidense.

 
Obras Principales
"Beyond the Horizon" (1920) es protagonizada por dos personajes, Robert y Andrew Mayo, hermanos en una granja de Nueva Inglaterra; son diferentes en carácter. Andrew, fuerte, prosaico, y eficiente, nació para granjero; su padre lo entrena confiadamente para que lleve las riendas de la granja cuando él no esté. Robert, sensible e idealista, detesta la ruda vida de la granja; sus largos momentos de enfermedad y un año en la universidad le han puesto a andar la imaginación; sueña continuamente con una existencia romántica "más allá del horizonte" que puede ver desde la ventana de la casa. Para mejorar su salud se decide que un tío, el Capitán Dean Scott, se lo lleve en un viaje hacia lugares distantes. Robert se emociona ante el prospecto de viajar y cumplir sus deseos. Pero en la noche previa a su partida, él y Ruth Atkins, novia de su hermano Andrew, descubren accidentalmente que se aman. Arrollado por sus emociones, descarta el viaje y promete pasar su vida cuidando a Ruth y a su madre enferma. Andrew, amargado, se va impulsivamente al mar en lugar de su hermano.

Pero a través del "accidente" de su enamoramiento hacia Ruth, cada uno de los personajes principales se ve forzado a traicionar su propia naturaleza. Robert, soñador e ineficiente, es un pobre granjero, y bajo su administración la granja degenera rápidamente. Después que muere su padre la familia se halla virtualmente en quiebra, y la frustración de Robert lo hace torcido y mórbido. Andrew encuentra poca aventura en la vida dura del mar; lo que hubiera sido romántico para Robert es sólo monotonía para él. Ruth, trabajadora y leal pero insensible, hubiera sido la esposa ideal para Andrew; atada al idealista Robert, pronto se siente abatida y desaliñada. Robert y Ruth, sin embargo, encuentran cierta consolación en su hija Mary, que se asemeja a Robert en su personalidad.

Cuando Andrew regresa después de tres años, su amor por Ruth ha desaparecido, y siente que su hogar no está en la granja. Se va para Argentina y se hace rico comerciando y especulando. La paralizada señora Atkins le hace la vida imposible a Ruth y Robert. Los desastres llegan en sucesión; su bebé muere y Robert se enferma de los pulmones. Aún idealista y soñador, Robert sigue esperando una mejor vida "más allá del horizonte", pero su sueño se ha convertido virtualmente en una ilusión patológica. En el acto final Andrew regresa de sudamérica y busca un especialista para tratar a Robert; confiesa que apostando en los granos (traicionando su verdadera naturaleza como hombre de la tierra) ha perdido casi toda su fortuna. El especialista le da a Robert poco chance de  sobrevivir, y antes de morir le dice a Andew y a Ruth que deben casarse después que muera. Luego se arrastra hasta la carretera y se echa al borde de una zanja para ver el sol cayendo en el horizonte que nunca ha cruzado.

El mensaje es que cada uno de nosotros debe seguir su propia naturaleza para su realización; no hacerlo así es traerse miseria a uno mismo y a otros. El principal interés dramático está en el carácter de Robert: mente débil, no práctica, indecisa, aunque tiene una verdadera sensibilidad poética que pudo haberle traído felicidad de haber vivido de acuerdo a su naturaleza.

"The Emperador Jones" (tragedia, 1920) se centra alrededor del personaje Brutus Jones, un ex portero de la Pulman que se ha vuelto dictador absoluto de una pequeña isla del Caribe. Gobierna sin piedad y va haciéndose cada vez más obsesivo con su propio poder. Al comenzar la obra, los nativos, llevados al atropello por su arrogancia, se rebelan y van a la jungla; sus tambores de guerra vudú suenan con creciente tempo a través de la obra. Jones, súbitamente aterrorizado, busca escapar a pie desde su castillo. Pero la isla entera parece conspirar para llevarlo a la destrucción: los arbustos parecen animados, formas aparecen en las sombras y el círculo de tambores acorrala. Poco a poco Jones pierde la racionalidad de hombre civilizado; se siente como quien se desliza hacia sus comienzos primitivos. Al fin perdiendo la cabeza, corre salvajemente en un círculo y desperdicia sus municiones disparándole a aparecidos; al final de la obra, hasta la bala de plata que ha conservado para sí mismo ha sido disparada. "The Emperor Jones" demuestra la fina línea que separa lo racional y civilizado de lo primitivo y supersticioso, hasta en el hombre civilizado.

"Anna Christie" (drama, 1921) se inicia con Chris Christoferson, un ex marinero y ahora jefe de una gabarra de carbón neoyorkina, espera por una reunión con su hija Anna, a quien no ha visto desde que era niña. Desde la muerte de su madre la muchacha ha vivido con parientes en una granja de Minnesota y luego, como cree Chris, como enfermera. Cuando Anna aparece en escena se desarrolla el que, a través de pobreza y aburrimiento, ella ha caído en una vida pecaminosa. Ha sido una prostituta pero, en medio de todas sus transgresiones ha mantenido una pureza interior. Al encontrarse, padre e hija se comportan incómodamente, pero con ternura; ambos están ansiosos por encubrir sus pasados. Chris resuelve dejar la vida baja que ha llevado en las tabernas y dedicar su tiempo a cuidar de su hija. Los dos hacen arreglos en la gabarra, y durante un tiempo parecen encontrar un propósito en la vida. Entonces Mat Burke, marinero de un barco que encalló, sube a bordo; con su vivaz espíritu irlandés comienza a halagar a Anna, y pronto ambos se enamoran. Cuando Chris se entera, se enoja; odia el mar por el cual ha sacrificado su vida y no quiere saber nada de marineros. Ahora el "viejo mar" amenaza con robarle a su hija y hacerle la vida miserable como fue la de su propia esposa, la madre de Anna.

Anna, sin embargo,  aun retiene su sentido de honor a pesar de la degradación que ha vivido. Siente que su vida la ha hecho indigna de casarse con Burke, y a pesar de su amor le confiesa su pasado. Burke se enoja, afirmando que lo han engañado; pero Chris ahora exige que se case con ella.  En el último acto los dos hombres, con sus ideales rotos por la confesión de Anna, deciden volver nuevamente al mar; sin que uno u otro lo sepa, ambos se alistan en el mismo barco. Anna, purificada en el amor de Burke, jura que su vieja vida quedó atrás y que siempre ha sido fiel a él. Deciden casarse y Chris bendice la unión. Chris y Burke, habiendo firmado artículos, aun deben ir al mar; el "viejo diablo" en su siniestra manera los ha capturado de todas maneras. Pero Anna ha sido moralmente regenerada, y los tres son amigos; la obra termina en una nota optimista. El interés principal en este drama está en el contraste psicológico entre los tres principales y en la crisis moral y la eventual regeneración de Anna.

"The Hairy Ape" (drama, 1922) se inicia cuando Yank, un poderoso e iletrado fogonero de una línea de barcos, alardea y despotrica con sus compañeros. Yank, todo músculo y poco cerebro, es una personificación de la energía bruta, del vigoroso elemento animal en la naturaleza humana. Aunque sus compañeros se quejan de lo duro del trabajo y la poca paga, Yank se regocija y marca el paso de los otros. El sabe que "lo hace funcionar", no sólo al barco, todo el mundo civilizado es impulsado por la energía que él y sus compañeros suministran. Desdeña religión, hogar, estándares burgueses, todo excepto su satisfacción con su fuerza bruta.

En el segundo acto, sin embargo, una duda es plantada en su mente a través de un encuentra con una pasajera del barco, la señorita Mildred Douglas. Mildred, cuyo padre capitalista es dueño del barco junto a la mayor parte del negocio del hierro en el mundo, está aburrida con la existencia protegida y artificial; ha tratado de encontrar escape en el trabajo social, pero esto no ha sido compensador. Abordo del barco siente deseo de ver como vive "la otra mitad", los fogoneros. Persuade a un oficial para que la lleve abajo. Yank, en medio de una de sus exaltadas y profanas descargas, se sorprende al verla aparecer súbitamente ante él. Mildred se aterroriza por la corta visión de la vida real que ve; es demasiado poderosa para ella; jadea en horror y pide que la saquen de ahí. Esto tiene efecto profundo en Yank; trata de recapturar su anterior exaltación en su fuerza, pero no puede olvidar que otro ser humano lo ha visto como una bestia horrible y repugnante. En Nueva York trata de determinar cuál es su justo lugar en el universo; está obsesionado con el deseo de encontrar alguna clase, algún grupo, al cual pueda él "pertenecer". Rechazado por fieles de la iglesia, rechaza también las insidiosas tentaciones marxistas de su compañero comunista Long; no puede sentir odio de clase por los ricos cuya existencia parecía estar para él en otro universo. Trata de incorporarse a la Primera Guerra Mundial, pero lo botan como provocador sospechoso cuando propone hacer explotar al mundo capitalista con dinamita; otra vez "no pertenece".

En la escena final visita el zoológico y libera a un gorila, que espera lo acepte como compañero debido a que el resto de la humanidad lo ha rechazado. Pero el gorila lo aplasta y escapa; Yank, muriendo, entra en la jaula vacía, aceptando simbólicamente el estatus de un animal enjaulado y frustrado que ha sido desde el principio. Específicamente una personificación de la energía bruta, Yank es en un sentido más amplio un símbolo de la humanidad misma. Inexorablemente atado a su origen animal, el hombre aun aspira a una existencia más alta; su búsqueda básica es por un reino al cual pueda "pertenecer". Yank, fallando en encontrar este hogar en regiones más altas, intenta descender al mundo animal. Los brutos no pensantes, sin embargo, lo destruyen como intruso. El hombre está por siempre condenado a vivir una existencia a mitad de camino entre lo animal y lo divino.

"Desire Under the Elms" (tragedia, 1924) es una obra de pasiones conflictivas violentas, en parte freudiana y en parte clásico griego. La trama asemeja superficialmente la historia de Teseo-Hipólito-Fedra como se presenta en Eurípides y Racine; O’Neill transfiere la situación básica a una granja de Nueva Inglaterra en el período alrededor de 1850. Ephraim Cabot, un malvado y avaro granjero, toma una tercera esposa, la joven Abbie Putnam. Sus dos hijos mayores, Simeon y Peter, desesperando por heredar algún día la granja e irse a California, vendiendo su interés en la herencia a su hermanastro Eben, hijo de la segunda esposa del viejo Ephraim. La joven Abbie prueba ser tan avara y calculadora como la familia a que se ha unido; seduce deliberadamente a Eben en un esfuerzo por producir un heredero que heredará la granja para ella, de manera tal que los otros hijos de Ephraim no la obtengan. Después que nace la cría Ephraim firma los derechos de herencia, y Eben, con ira, confiesa a su padre la ilegitimidad. Mientras tanto, Abbie se ha enamorado de Eben; está a merced de su pasión. Cuando Eben declara desear que la cría esté muerta, ella la estrangula como prueba de su devoción hacia él. Eben va a la policía, pero ahora está emocionalmente involucrado con Abbie, y comprende que no puede vivir sin ella; admite su complicidad en el crimen y es arrestado con ella. Desde el punto de vista literario la obra es interesante como predecesora a la más impactante "Mourning Becomes Electra": ambas utilizan la misma técnica de transferir situaciones míticas clásicas en ambientes modernos cuasi-freudianos.

"The Great God Brown" (drama, 1926) es un notable experimento en el problema de personalidades múltiples, otro tema que O’Neill derivó de la psicología moderna. Los dos personajes principales son William A. Brown, simbolizando el desalmado y materialista hombre moderno, y su amigo Dion Anthony (sugiriendo "Dionisio" y "San Antonio"), un creativo y pagano tipo artístico, infeliz y fuera de lugar en la civilización moderna. El desarrollo dramático de la obra depende en mucho del dispositivo de las máscaras, que O’Neill utiliza para simbolizar los aspectos externos y superficiales de la personalidad, y que los personajes remueven y cambian frecuentemente. Dion y Brown son socios en una empresa de construcción, y Dion es la parte creativa de la asociación. La esposa de Dion, Margaret (que representa el amor convencional casado), imagina que lo ama, pero en realidad sólo ama a su máscara, que él usa para proteger su sensible naturaleza interior de la intrusión. Dion considera la insípida virtud de su esposa insatisfactoria, y se consuela con Cybel, una prostituta (una figura "madre tierra" o símbolo elemental del amor físico). Cuando Dios, vaciado de su imaginación creativa por Brown, se debilita y muere, Brown toma posesión de su máscara y se hace pasar por el marido de Margaret. Por un rato logra llenar ambas identidades, pero luego es acusado (como Dion) de su propio asesinato; huye y cae por un tiro de la policía. Antes de morir Cybel le dice que "sólo hay amor"; después que muere ella le dice a la audiencia "Siempre la primavera regresa portando la vida". Este simple y vago paganismo hedonista, sin embargo, no expresa la importancia real de la obra; es su técnica expresionista radical y su aproximación original a la caracterización lo que marca el drama como punto importante del teatro americano.

"Lazarus Laughed" (drama, 1927) es similar en estado de ánimo y tema, pero es mucho más radical en técnica. Lázaro, la figura bíblica que fue elevada por Cristo de entre los muertos, regresa a su pueblo afirmando el mensaje que ha aprendido a través de su experiencia única: "¡Sólo hay risas! ¡Ya no es el temor! ¡La muerte está muerta!" Llevado eventualmente a Roma, Lázaro es asesinado junto a su esposa Miriam, asegurando a sus seguidores hasta el fin que "No hay muerte". En la escena final hasta su asesino, el loco emperador Calígula, está convencido de su mensaje, y sufre al pensar, "¡Yo lo maté y probé que hay muerte!" Esta notable obra, escrita en verso libre, es extremadamente expresionista, y su tema es iconoclasta.

"Strange Interlude" (drama, 1928) es una obra ambiciosa, de nueve actos y cuatro horas de representación. Adicionalmente utiliza técnicas experimentales jamás intentadas anteriormente en los escenarios modernos. Nina Leeds, el personaje central, es una personificación del instinto femenino productivo ("Dios la Madre"), y los conflictos de la obra surgen de los esfuerzos del personaje por encontrar salidas a sus impulsos eróticos y reproductivos.

Los nueve actos, cada uno de una sola escena, se extienden por un amplio período de tiempo. En el acto I, Nina, hija de un profesor puritano, se ha vuelto mórbida por la muerte de su novio Gordon Shaw en la Primera Guerra Mundial. Gordon fue un gran atleta, universalmente admirado, pero el padre de Nina, secretamente celoso, ha impedido su matrimonio hasta después de que Gordon regrese de la guerra. Ahora Nina se siente robada de su natural deseo de reproducción. También presente está Charlie Marsden, amigo de la familia y novelista que está secretamente enamorado de Nina; ella lo trata con juguetona condescendencia, llamándolo "el buen viejo Charlie". Al final del acto, Nina, obsesionada con la memoria de su amante muerto, parte para ser una enfermera en un hospital para soldados inválidos.

En el acto II, el profesor Leed ha muerto, y Marsden, aun secretamente lujurioso hacia Nina, espera su regreso. Pero ella entra con Sam Evans, amigo universitario de Gordon, un débil e inmaduro joven que idolatra la memoria de su viril amigo y compañero muerto. Sam, pensando que Marsden es el "guardián"  de Nina ahora que el padre está muerto, pide su mano en matrimonio. Entra Ned Darrel, doctor en el hospital donde trabaja Nina; es un competente científico orgulloso de su actitud objetiva. Insinúa que Nina ha sido algo promiscua con los soldados heridos debido al subconsciente deseo de expiar por Gordon, y sugiere el remedio de su matrimonio con Evans, Marsden acuerda ayudar en el matrimonio.

En el acto III, Sam Evans y Nina están casados y visitando a la madre de Sam; Nina está exaltada por saber que está preñada. Pero la Sra. Evans le advierte que la insania es congénita en la familia Evans; el bebé no debe jamás vivir. En el acto IV, Nina, aun obsesionada con el deseo de parir, le ruega a Darrel que la provea de un hijo. El está de acuerdo como "prescripción" que él, como su doctor, le ordena.

En el acto V, el hijo de Nina con Darrel ha nacido y es llamado Gordon en honor al héroe muerto. Pero las tardes de amor con Darrel han tenido efecto: los dos se han enamorado pese a la pose de objetividad científica de Darrell. Darrel, impresionado por los resultados de su "experimento", viaja a Europa. En el acto VI, Nina está feliz con su bebé, pero Marsden, celoso, la inquieta al reportar de los galanteos de Darrel en Europa. Evans, orgulloso de "su" hijo, trabaja duro y está camino al éxito. Más adelante de este acto, Ned Darrel regresa y Nina nota que él sigue enamorado de ella; Nina se exalta por la posesión de tres hombres, su esposo Sam, el "padre" Charlie y su amante Ned.

El acto VII se efectúa casi once años después. Gordon discute amargamente con Darrel, a quien subconscientemente considera el amante de su madre. Marsden, dedicado a su propia madre envejecida, es infeliz e inefectivo. El acto VIII, diez años más tarde, muestra a Gordon como universitario por graduarse. El resto de los personajes, junto con la novia de Gordon, Madeline Arnold, se han reunido en el yate para verlo remar en una regata. Ahora todos comprenden que Gordon es una especie de reencarnación del fenecido Gordon Shaw; así Nina y Sam lo alientan para que gane, pero Darrel y Marsden, que siempre se han resentido por el fantasma de Shaw que siempre ha estado en la vida de Nina, esperan que el bote del joven Gordon pierda. Gordon gana, pero Sam sufre de un ataque al corazón. En el acto IX, Sam ha muerto. Nina está amargada porque Madeline la está alejando de su hijo. Pero antes de terminar el acto, los personajes llegan a algo parecido a la alegría. Darrel, reconciliado con Gordon su hijo ilegítimo, acuerda con Nina no revelar el secreto del nacimiento del muchacho; y Nina, con sus pasiones ahora muertas, se vuelve hacia un cómodo matrimonio con su viejo enamorado Marsden. Ella concluye que la edad media de la vida, los años de pasión, frustración y amargura, sólo son un "extraño interludio" entre la felicidad de la infancia y la serenidad de la vejez.

La figura central de la obra es indudablemente Nina. Feliz en su juventud, pasa la edad media de su vida como instrumento atormentado del instinto reproductivo que vive dentro de ella; es simultáneamente virgen, sacerdotisa, madre, prostituta y esposa. Más poderosa que los hombres que la rodean, exige el amor de todos ellos simultáneamente. Pero este poder le trae poca felicidad; es sólo cuando mueren sus pasiones que encuentra alegría en su matrimonio con el plácido y "asexuado" Charle. La efectividad de esta obra está en su originalidad técnica y en la poderosa caracterización de Nina; el defecto principal es la tendencia de O’Neill hacia el diálogo interior sentimental y empalagoso.

"Mourning Becomes Electra" (trilogía trágica, 1931) es considerada la obra más importante de O’Neill. La historia está basada en el mito de Agamenón en la trilogía Oresteia de Esquilo, pero la situación clásica es físicamente transferida a un escenario moderno y detalles de la trama son alterados para adecuarse al nuevo ambiente. El clan de los Atridas reencarna en los Mannons, la familia principal en un pequeño pueblo americano al final de la Guerra Civil.

En la Parte I de la trilogía, Christine Mannon (representando a Clitemnestra) espera el regreso a casa de su marido Ezra (Agamenón) de la guerra; durante su ausencia ella se ha comprometido en una relación ilícita con un pariente, el capitán marino Adam Bryant (Egisto). Su hija Lavinia (Electra), fervientemente leal a su padre, le escribe a él y a su hermano Orin (Orestes) insinuándoles de la infidelidad de Christine. Cuando le advierte a su madre que Ezra llegará pronto y que debe romper con Adam, Christine resuelve asesinar a Ezra y escapar con su amante. En la noche del regreso de Ezra, Lavinia descubre el veneno, y cuando Ezra muere adivina la verdad y secretamente jura vengarse.

En la Parte II Orin llega a casa del funeral de su padre. Gentil y sensible por naturaleza, siempre ha estado cercano a su madre; ahora se vuelve fieramente celoso de sus relaciones con Adam. Su madre trata de distraerlo sugiriendo un matrimonio con su vecina, Hazel Niles. Pero Orin, con sus celos incitados por Lavinia, no será disuadido; sigue a Christine y Adam y lo mata con un revolver. Llena de dolor, horror y vergüenza, Christine se suicida como expiación por su culpa.

En la Parte III Lavinia y Orin parten en un largo viaje por mar que esperan les ayudará a olvidar los horribles incidentes del pasado. Pero las tendencias familiares hacia la sospecha, los celos y el incesto persisten; Lavinia, entrando en su madurez, está asemejándose a su madre, y Orin desarrolla unos celos casi patológicos hacia ella. Amenaza con revelar los detalles de la muerte de Adam si Lavinia se casa con Peter Niles, su novio. Entonces comienza gradualmente a comprender que su afecto por su hermana no es normal; horrorizado por su culpa, toma su propia vida. La maldición de la familia sobrecoge también a Lavinia; asusta y corre a su novio a través de la impetuosa y perversa violencia de su pasión. Entonces, haciéndose gradualmente más mórbida y retraída, se encierra en la mansión desierta para vivir el resto de sus días en soledad.

Este obra representa el ambicioso intento de reubicar la tragedia griega en términos de psicología moderna, para transmitir la psicología moderna equivalente al concepto griego del destino. El destino de la tragedia griega es sustituido por el determinismo de sangre y herencia. Lavinia, el personaje central, llega a la destrucción básicamente a través de la mala sangre legada a ella por su padre, pero esta mancha heredada opera a través del medio de obsesiones psicológicas y fijaciones que la hacen incapaz de una vida normal.

"Long Day’s Journey into Night" (drama, publicado en 1956) es la obra largamente esperada y póstuma escrita por O’Neill en 1940, y retenida del público durante muchos años debido a la delicada naturaleza de su tema: los amargos conflictos domésticos de la propia familia O’Neill. Los personajes principales son James Tyrone. un actor irlandés-americano que envejece; su esposa Mary; James jr ("Jamie"), el hijo mayor; y Edmund (basado en el autor mismo), el hermano menor. La acción se adhiere cercanamente a las unidades clásicas, sucediéndose en sólo un día de 1912 y confinándose completamente a la sala de estar de la casa de verano de los Tyrone.

La obra se inicia con la familia envuelta en lo que es una típica riña bien humorada de una familia irlandesa, pero a medida en que avanza la acción se revela la realidad: que la familia está hecha de podredumbre y engaño, y está degenerando rápidamente. Mary, que de niña era religiosamente inclinada y soñaba con ser una monja, lamenta la vida familiar irregular de su matrimonio con Tyrone y anhela un hogar decente y convencional; a través de su amargura se ha vuelto gradualmente adicta a la morfina. Jamie es un borracho y libertino que de puro cínico alienta a su hermano menor para que siga sus pasos, y Edmund, un escritor en ciernes, está seriamente enfermo por una combinación de consunción y exceso de bebida. Tyrone, el padre, es gradualmente revelado como un charlatán histriónico y auto-dramatizador dominado por una sola obsesión: adquirir propiedad y obtener seguridad para su vejez. Su avaricia ha arruinado las vidas de todos los demás; cuando Edmund nació economizó con un doctor barato para su esposa, y fue este doctor quien la inició en el hábito de la droga. De la misma manera, su renuencia a gastar dinero en doctores para Edmund ha llevado a su hijo a una seria enfermedad. Pero este desastre de familia, cada miembro continuamente engañando y minando a los otros, se mantiene unida por un fiero afecto irracional que es más fuerte que su odio; en sus momentos más claros y sanos comprenden su amor por cada cual y lamentan sus estallidos apresurados y crueles. Hacia el final de la obra, Mary, que había sido temporalmente considerada como curada, recae sin esperanza en la insania narcótica, otra vez incapaz de comprender que su hijo está probablemente muriendo de tuberculosis.

Esta obra fue evidentemente concebida por O’Neill como parte de un ciclo de otras que en su totalidad iban a constituir una especie de autobiografía dramática. Dos otras obras encajan con este ciclo: "The Iceman Cometh" (1946) y "A Moon for the Misbegotten" (1952). La primera, ubicada en un sórdido Nueva York y poblada con personajes reminiscentes de los vagabundos filosóficos de "Las Bajas Profundidades" de Gorky, logró éxito modesto en Broadway; la otra es un estudio de la desintegración final de James Tyrone jr., Jamie.

 

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Alberto Rodríguez Barrera

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