La unión de cinco cuentos del dramaturgo ruso Anton Chéjov se presenta de jueves a domingo en la sala Cabrujas de Cultura Chacao, bajo la dirección de Jesús Delgado
El mismísimo Anton Chéjov llega a escena con su maleta de sueños y una pluma cargada de inspiración. Se sienta en una esquina, desde la que puede desarrollar sus ideas y palparlas casi hasta personificarlas él mismo. Como una autobiografía, se imagina en algunos de los cuentos cortos, o supone que un personaje está ahí, detrás de él, interpretándolo mientras escribe. Conoce las señales más auténticas del ser humano. Respira preocupación, siente, palpita. Bota papeles y vuelve a escribir bajo la luz de la lámpara de velas. Lo que en un momento empezó como una fascinación por la escritura que podía retribuirse en beneficios económicos, terminó por ser la causa del desplazamiento de la medicina de su vida.
Escándalos personales es una obra que hilvana cinco cuentos –El estornudo, La institutriz, El arreglo, La audición y El oso– personificados por el Grupo Teatral Emergente de Caracas, dirigidos por Jesús Delgado. Para el director, la vida es una suma de instantes y ese es el ideal que ofrece la pieza. Es un montaje que no asume demasiados riesgos, con personajes de otra época, interpretados por actores nóveles, acompañados de Gerardo Soto en el papel de Chéjov. Las transiciones están establecidas con coreografías de Jacques Broquet y Adriana Bustamante que reflejan el mecanicismo de los personajes interpretados. La época, se termina de diseñar con el vestuario suntuoso de Joaquín Nández.
El estornudo plantea el caso de un empleado del Ministerio de Parques Públicos que coincide con el ministro en los asientos más privilegiados del teatro y en plena función, le estornuda encima. Lo que pudo ser una ocasión para socializar y olvidar el hecho, se convierte en el más repetitivo recuerdo para ambos, hasta llegar al absurdo.
La institutriz, en cambio, es una oda a las humillaciones por las que tiene que pasar un subordinado frente a su jefe. Sobre todo en la época en la que fue escrito el relato, a finales del siglo XIX. Luego, sin comprender por qué, el que tiene más poder se retracta definitivamente, aún sin haber recibido quejas de su empleado. La mejor de las piezas, por lo bien abordada y actuada por Marisol Da Silva y Stella Guerrero.
Un padre quiere que su hijo se convierta en “hombre” llevándolo a un bar de prostitutas. Pero El arreglo le sale mal. El muchacho, que cumple 19 años, no está listo para enfrentar su primera experiencia sexual y prefiere que su padre pase al cuarto de citas. El asunto se resuelve dejando para otro día lo que fueron a hacer ambos en el botiquín.
El oso es el cuento más largo de Escándalos personales. Cuenta la historia de una mujer que quiere mantener el luto por su esposo hasta el final de sus días, pero un terrateniente va a cobrarle la deuda que le dejó el difunto. A pesar de la diferencia de estilos de vida, saldrá a flote la pasión que intentarán detener sin poder lograrlo.
Lo interesante de Escándalos personales es que conjuga algo de humor en la intensidad de sus textos, que hace que el espectador caraqueño pueda digerir el contenido de lo que se está haciendo y adaptarlo a su realidad y a la manera en que se comporta con los demás y consigo mismo. ¿Es el ser humano capaz de dar segundas oportunidades? El relato La audición responde a esta interrogante en medio de un casting en el que es más importante la insistencia, que el talento.
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Marcy Rangel